Los procesos de implantación lean persiguen maximizar la eficiencia en la cadena de valor de las empresas. Una vez que hemos decidido abrazar la filosofía Lean como el motor de nuestro sistema de gestión del cambio, debemos determinar cómo empezar.

 La filosofía Lean contempla diferentes metodologías y herramientas para conseguir la reducción del desperdicio dentro de la organización. La implantación Lean debe ser un proceso gradual que permita arraigar los nuevos hábitos en la cultura empresarial.

Una de las herramientas básicas que pueden ayudarnos a lograr una implantación exitosa es la metodología de las 5s: seiri (clasificar), seiton (ordenar), seiso (limpiar), seiketsu (estandarizar) y shitsuke (mantener).

Todos conocemos el agradable impacto visual que tiene un área limpia y organizada en casa. Imagina eso mismo en tu empresa antes de la visita de un cliente importante a las instalaciones, o mejor aún, imagínalo en tu funcionamiento cotidiano. ¿Qué impresión le quedará al cliente? ¿Qué sensación tendrías tú como gestor? Excelente, sin duda.

Todo fluye mejor si cada objeto tiene su sitio asignado.

Para conseguir el éxito en cualquier mejora aplicada en la empresa es necesario que todo el equipo conozca la forma de trabajar y esté motivado por mantener los hábitos en el tiempo hasta que se convierta en una tarea más de la rutina.

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