El Gobierno de Castilla-La Mancha ha ampliado la línea de microcréditos dirigidos a pymes y autónomos afectados por la crisis sanitaria. De esta manera, suma otros tres millones de euros a los diez millones de euros con los que contaba esta línea de financiación.

Así lo anunció la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, en el marco de una jornada sobre financiación y empresas organizada por la Asociación por el Progreso de la Dirección (APD) y Banco Santander.

Una jornada en la que destacó que el Ejecutivo autonómico ha apoyado, a través de las herramientas de financiación del Instituto de Finanzas, proyectos de inversión por valor de cerca de 91 millones de euros desde el año 2017.

Una noticia de la que nos hacemos eco desde el PCTCLM.

Línea de microcréditos para pymes y autónomos

Un esfuerzo que se ha reforzado durante la crisis sanitaria, a través de la línea de microcréditos puesta a disposición de las pymes y autónomos de la región, para garantizar su acceso a la financiación.

Esta línea, habilitada en el mes de noviembre, amplió a principios de este año su cuantía inicial, pasando de cinco a diez millones de euros. “Y ahora ampliamos ese montante hasta los 13 millones de euros para seguir dando respuesta a las solicitudes que nos están llegando”, explicó la consejera.

Por el momento, se han presentado solicitudes por importe de más de DIEZ millones de euros. Ya se han concedido más de un centenar de operaciones.

El instrumento financiero del Instituto de Finanzas contempla dos líneas. Una primera, dirigida a micropymes y autónomos, que ofrece créditos a cinco años de hasta 25.000 euros. En este caso, con un tipo fijo del uno por ciento y con una carencia de 12 meses. Además, incluye la posibilidad de carencia en el interés de seis meses.

La segunda línea, dirigida a pymes, contempla créditos de hasta 100.000 euros. Esta línea contempla un uno por ciento de interés para operaciones de hasta 25.000 euros; y del dos por ciento para préstamos de entre 25.000 y 100.000 euros, a cinco años y con un año de carencia, además de los seis meses en carencia de intereses.

En ambos casos, son operaciones sin costes de apertura y sin obligación de garantías, a coste cero para las empresas y autónomos de la región.