Raquel Martín Hernández, investigadora INCRECYT en el PCTCLM, coordinará un proyecto internacional sobre la ‘Apis mellifera’. Esta científica desarrolla su labor en el Centro de Investigación Apícola y Agroambiental de Marchamalo (CIAPA), en Guadalajara. Centro adscrito al Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha (IRIAF).
Además de abordar su particular investigación, Martín Hernández coordinará el proyecto general. Se trata de un proyecto en el que participan países como Portugal, Italia, Jordania Turquía, Líbano, Malta y Argelia.
MEDIBEES
El título del proyecto es: “Monitorización de las subespecies de abejas mediterráneas y su resiliencia para el cambio climático para mejorar los agroecosistemas de forma sostenible” (MEDIBEES).
Pretende “valorizar la abeja melífera y describir cómo las subespecies autóctonas de «Apis mellifera» se adaptan a las condiciones específicas españolas y a las del resto de países mediterráneos. Así como su capacidad de adaptación al cambio climático. La finalidad es que «los apicultores aprecien el uso de razas locales”, explica Raquel Martín Hernández.
La iniciativa cuenta con una financiación de 1.750.000 euros para las anualidades 2021-2025, procedentes del Programa de Financiación de la Investigación y la Innovación en la Unión Europea “Horizonte 2020”. De esta financiación, 250.000 irán a parar al CIAPA de Marchamalo.
Abejas tranquilas
Martín Hernández explica que existe una tendencia entre los apicultores españoles, que responde a ciertas modas, de elegir subespecies de abeja no autóctona consideradas “más tranquilas”. “Las abejas españolas están adaptadas a las condiciones españolas, mientras las otras lo están a las condiciones de otros sitios. «A veces, traer una abeja más tranquila no quiere decir que vaya a producir más; ni que vaya a resistir mejor a los cambios de temperatura, a las floraciones de la zona o a las enfermedades que hay en cada región”, subraya Raquel Martín.
De esta manera, según la investigadora, se pretende describir “cómo son las adaptaciones genéticas que tienen las abejas locales”. Pero, también se van a realizar estudios para poner de manifiesto la calidad de la miel; así como de otros productos y subproductos procedentes de “Apis mellifera”.
La abeja, tal y como recuerda la investigadora, es una ganadería que produce alimentos de consumo humano y otra serie de productos de interés farmacológico, como el veneno o los propóleos. Pero, sobre todo, su interés para la biodiversidad radica en su capacidad para la polinización, tanto de cultivos como de flora silvestre. “El 90 por ciento de las plantas del mundo necesitan la acción de polinizadores y de entre todos los polinizadores, la abeja melífera es uno de los más eficientes”, señala Martín Hernández.
Raquel Martín Hernández
La actividad profesional de la Dra. Raquel Martín Hernández se ha centrado en la entomología aplicada a la Sanidad Animal, en la que tiene una experiencia de más de 25 años. Realizó su tesis doctoral en la respuesta inmune del hospedador frente a la infestación por garrapatas. Posteriormente, recibió una beca post-doctoral para desarrollar métodos de control de la varroosis (enfermedad producida por un ácaro en las abejas melíferas).
En los últimos 20 años, ha desarrollado su actividad principal en el campo de la patología apícola. En este campo, ha estudiado diferentes patógenos que afectan a las abejas. Especialmente, se ha centrado en el MicrosporidioNosema ceranae, sobre el que ha realizado trabajos de investigación dedicados a esclarecer aspectos de su ciclo biológico, patología, diagnóstico y control.
Ha participado en numerosos proyectos de convocatoria pública y de cooperación, siendo la investigadora principal en siete de ellos, incluyendo dos proyectos de financiación europea. Tiene más de 100 publicaciones en revistas científicas. Ha asistido a numerosos congresos nacionales e internacionales, con cerca de 200 comunicaciones presentadas, habiendo formado parte del comité organizador en tres ocasiones. Ha dirigido cinco tesis doctorales y tiene una patente sobre composiciones para combatir la varroosis de las abejas y otras presentadas pendientes de resolución.
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