Ejemplos de robótica colaborativa. La empresa Cade Cobots, ubicada en el PCTCLM, nos explica las numerosas ventajas que ofrece la robótica colaborativa a través de varios ejemplos.

Aunque el crecimiento de la robótica colaborativa se debe principalmente al éxito de sus aplicaciones para PYMES, existen otros ejemplos de robótica para aplicaciones “no industriales”. Ejemplos que demuestran su gran capacidad para adaptarse a diferentes entornos e interactuar con personas de forma totalmente segura.

A continuación, comprobaremos cómo se pueden aprovechar las capacidades de un cobot para realizar tareas que van más allá de un simple movimiento manual y repetitivo.

Cobot – bailarín profesional

En la jornada Festibity, en el Teatro Nacional de Cataluña, por primera vez un cobot de Universal Robots se colocó sobre el escenario para sorprender como pareja de baile junto de la coreógrafa Sol Picó. “Ha sido un gran descubrimiento encontrarme ante una máquina que realmente podía interactuar conmigo.”, confesó la bailarina.
Para preparar el número, la coreógrafa planteó los movimientos que quería hacer y al momento los ingenieros pudieron programar esos movimientos. Jugaron con su velocidad y sus diferentes posiciones. El resultado: una pareja de baile perfectamente coordinada.

Cobot – actor de ópera y anuncios

En la futurista versión de “Turandot de Puccini” de Franc Aleu, Chu Uroz y Xavier Sagrera, los artistas de la ópera, actúan junto a robots colaborativos.

Esta no es la primera vez que se utiliza a un robot colaborativo para interpretar un papel. En la grabación del anuncio de Naturgy (Gas Natural) de 2018, ya se utilizó un cobot-actor como ayudante de cocina.

La imagen de los cobots se utiliza en estos casos para dar una visión futurista. Aunque cada vez se utilizan más cobots en la industria, su introducción en otros sectores es menos frecuente. Por lo tanto, estos ejemplos de robótica colaborativa pueden ser percibidos como una realidad más propia del futuro que del presente.

Cobot- profesor de yoga alternativo

Los artistas Andrea Anner y Thibault Brevet comenzaron un proyecto llamado AATB en torno a “robots no industriales”. Realizaron workshops y ensayos en los que un cobot realiza tareas tan sencillas y cotidianas como peinar a una persona, barrer confeti, soplar pompas para entretener a un niño, abrir un paraguas…

En este contexto de pruebas y ensayos con robots colaborativos, en el Process Festival de Letonia en 2018, se les dio la oportunidad de organizar un workshop con un cobot como instructor de yoga.

Quizás no sea este uno de los mejores ejemplos de robótica colaborativa, pero sin duda demuestra su agilidad y su gran capacidad de coordinación.

Cobot – pizzero, chef y camarero

En Francia, dos ingenieros desarrollaron PAZZI: el primer restaurante autónomo con tres cobots-pizzeros. Robots capaces de preparar hasta diez pizzas de manera simultánea con casi cinco millones de combinaciones de recetas. Esta pizzería puede visitarse en Montévrain Francia, a solo unos minutos en coche de Disneyland Paris.

Además de preparar una buena pizza, los cobots también pueden programarse para servir un café con leche, ya sea con una cafetera profesional o con una de cápsulas. En las exhibiciones de robótica, se han podido ver varios ejemplos de este tipo de aplicaciones, que demuestran, una vez más, la precisión y la agilidad de los robots colaborativos. 

Cobot – jugador del tres en raya y otros juegos de mesa

Hace años que ya se puede jugar al ajedrez y a otros juegos de mesa contra un sistema informático. Pero con los robots colaborativos el juego pasa directamente de la pantalla al tablero.

Jugar con un robot colaborativo al tres en raya o al ajedrez es posible gracias a la inteligencia artificial de estos robots, unida a sus aplicaciones de pick and place.